¡Saludos, pequeños asgardianos! Hoy vamos a reseñar nada más y nada menos que al dios del trueno, y por partida doble, ya que en Marvel Estudios han tenido el acierto de llevar a la pantalla a la Poderosa Thor, magníficamente interpretada por Natalie Portman... pero no nos adelantemos.
La historia arranca con un personaje llamado Gorr, que después de haber puesto toda su fe en que su dios salvara la vida de su hija, se encuentra con que a su deidad no podía importarle menos lo que le pasara a él o a los suyos. Esto lleva a Gorr a un desengaño nihilista que solo puede saciar dando muerte a todos los dioses, gracias al poder de un objeto conocido como la Necroespada. Y mira tú por donde, que nuestro prota es un dios, aunque al principio de la peli esté en horas bajas. A partir de ahí, y con alguna que otra trama secundaria (la de Jane Foster bastante buena, aunque se podría haber profundizado un poco más) la historia va sola.
Estamos ante una película entretenida, sin pretensiones épicas como Endgame, y con un tono más ligero que el primer Thor, el de Kenneth Branagh. Y hay que ir a verla como tal. Tiene puntos muy buenos (las cabras son para partirse la caja) como ese Zeus con algún kilito de más. Chris sigue bordando el papel, en este caso de un Thor más humano que divino, y Natalie -sobre todo visualmente- se acomoda al papel de la Poderosa Thor de un modo que hará que los fans se encariñen de ella. En cuanto a la Valkiria, personalmente, nos parece un personaje un poco neutro. Y luego está el "malo", Gorr, el Carnicero de Dioses, que quizás sea lo mejor de la película, un irreconocible Christian Bale interpretando a un villano con una estética genial y unas motivaciones creíbles.
Nos śobra alguna escena del final que no comentaremos para hacer spoiler, y tampoco estamos muy contentos con un personaje que se presenta en una de las escenas postcréditos, pero lo que más nos chirría, lo que era como una piedra (visual) en el zapato cada vez que salía en pantalla, ha sido el rayo de Zeus. Lo que debería ser una arma muy jefa empuñada por un dios de dioses parece algo que han comprado en los chinos de la esquina. Se les debió de acabar el presupuesto...
En resumen, "Thor: Love and Thunder" es una película disfrutable, amena, que sin destacar en el panorama del UCM resulta muy entretenida. Una vez que se le perdonan sus pecadillos, lo que queda en la memoria deja buen sabor de boca.
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