¡Saludos, viejos lobos de Marvel! Os traigo hoy una auténtica joyita que hará que -sobre todo los que ya os consideréis veteranos, por no decir entrados en años- os pongáis con la adrenalina a tope. Y es que hubo un momento en que las cabezas pensantes de Marvel se juntaron y decidieron explorar qué pasaría si al incomparable Lobezno lo colocaban en un futuro distópico con unas cuantas décadas a sus espaldas. ¿Preparados?
Han pasado cincuenta años desde que todos los supervillanos consiguieran coordinarse y asestar un golpe mortal a la comunidad superheroica. Ahora el país es un paisaje postapocalíptico repartido, como si de feudos se tratara, entre capitostes como Cráneo Rojo, Magneto o Creel. Logan se ha retirado a vivir como un granjero con su mujer y sus hijos, en condiciones rayanas en la miseria y bajo la asfixiante bota de Hulk, el dueño del lugar, y su endogámica familia. Pero este no es el Logan que estamos acostumbrados a ver: ha hecho el juramento de no volver a sacar las garras, después de que algo quebrantara su espíritu hace cinco décadas. En este escenario, un día aparece el viejo Ojo de Halcón (que ahora, pásmense señoras y señores, es ciego) y requiere los servicios de Logan para atravesar el país de punta a punta y llevar un misterioso cargamento...
"El viejo Logan" es un festival de referencias, en el que los lectores avezados pueden encontrar detalles que sugieren una historia pasada que casi nunca se explicita, lo que lo hace mucho más atractivo y sugerente. Es también un maravilloso retrato psicológico de un viejales Ojo de Halcón que intenta revivir los viejos tiempos, y un Logan que recuerda a Clint Eastwood, y al que nos pasamos gritándole página tras página que haga ¡Snitch! y se cargue a todos esos mamones. La revelación de qué fue lo que destrozó a Lobezno es de lo mejor de la historia, y te hace comprender por qué lo dejaron chafado, al pobre. Y el final... Oooh, el final es catártico, creednos.
La historia tiene muchos puntos maravillosos en el guión, pero es que gráficamente el trabajo de Steve McNiven está a la altura. La endogámica familia de Hulk está conseguidísima, así como el modo en que hace pasar cincuenta años a todos los personajes que han sobrevivido. Mirad bien todos los fondos y paisajes, que hay sorpresas escondidas.
Una obra espectacular. Un must-have en toda regla. Lo hemos pasado realmente bien leyéndola y deja buen sabor de boca. Por eso, desde Tutti-Friki, le damos...
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