¡Pingüinos por todas partes!

Ahora que empieza a hacer calor ¿por qué no irnos hasta el Polo Sur, ponernos en el plumaje de un grupete de pingüinos y zambullirnos en las aguas heladas para capturar ricos peces? Esto es lo que nos propone "Pingüinos", un sencillo y divertido filler de la editorial Edge, y que os vamos a reseñar hoy.

El tablero dispuesto para comenzar

Se trata de un juego para entre 2 y 4 jugadores, de 8 años en adelante y con una duración por partida que no llega a los 15 minutos. Que no os engañe la edad ni el aspecto simpático de tanta ave, porque "Pingüinos" es un juego de esos que se prestan a puñetear al compañero al mismo tiempo que debes buscar cómo sacar tú la mejor tajada. Y es que nuestro objetivo será ir capturando las losetas con más pescados (que son los que nos darán puntos al final), con una interesante regla: cada vez que abandonamos una loseta, ésta desaparece del tablero (suponemos que porque la plataforma de hielo se hunde o se funde, maldito calentamiento global), con lo que el terreno de juego se va a volver cada vez más laberíntico y reducido ¡Si no hacemos las cosas bien, el oponente puede dejar a nuestros pingüinetes aislados!

El tablero está lleno de ricos peces para recolectar

El pingüi amarillo maldice porque el azul no le deja pasar...

El juego es muy dinámico, con una buena dosis de estrategia (sin llegar a niveles de Risk), mucha interacción entre jugadores y termina rápido a no ser que esté participando uno de esos que meditan cada decisión como si se tratara de invadir o no Rusia. Las losetas son de muy buena calidad, y las figurillas de plástico (cuatro por cada jugador) son lo más cachondo del juego. En resumen, la estética está muy bien lograda, las reglas se aprenden en medio minuto y cabe fácilmente en la mochila para llevarlo a cualquier lado. Además, su precio es bastante económico (poco más de 12 euros). Muy recomendado para rellenar huecos entre partidas, mientras se espera a que llegue el tardón del grupo o para fantasear que se está en la Antártida cuando al otro lado de la ventana hay cuarenta y cinco grados a la sombra.

Diversión: ***

Dificultad: *

Rejugabilidad: ***

Estética: ****