domingo, 3 de octubre de 2021

Revisitando Dune




¡Saludos, pequeños fremen! El otro día nos decidimos a ver el remake de Dune, así que vamos a compartir con vosotros nuestras impresiones de esta nueva adaptación de la monumental obra de Frank Herbert.

Vaya por delante que tenemos pendiente de leer los tochos que dieron origen tanto a la película de 1984 como a la actual. Caerán, palabra. Después de ver el remake de Dune, nos ha picado el gusanillo. Pero vais a tener que darnos tiempo, porque no son precisamente folletos, y hay muchas otras cosas en lista de espera...

En fin, que nos estamos enrollando. ¿Qué impresión nos ha dejado esta revisión de la mitología creada por Frank Herbert, con su desértico Arrakis, sus luchas entre casas, su atormentado Paul Atreides y sus gigantescos gusanos? Pues bastante buena, la verdad, salvando las distancias con la peli original (los clásicos siempre tienen un sabor especial, aparte del hecho de saber que consiguieron lo que consiguieron con muchísimos menos medios técnicos). La ambientación está muy bien conseguida, los actores cumplen su papel (es decir, no parece que estén actuando), Jason Momoa está en su salsa, las Bene Gesarith asustan un poquito (tendréis que verla para saber a qué nos estamos refiriendo), los harkonen siguen teniendo su punto repulsivo y el guión está bien estructurado. Estaba cantado, por otra parte, que una obra del tamaño de Dune no se la iban a ventilar con una sola peli, pero eso ya lo dejan claro cuando en el título inicial aparece "primera parte". Pero mira, sí, tenemos ganas de ver una segunda y quizás hasta una tercera, si hacen buen trabajo.

Ahora bien, una advertencia para navegantes: Dune no es Star wars. Si no viste la película original ni leído los libros y te crees que vas a ver una peli de acción trepidante continua, droides graciosos, extraterrestres estrambóticos, malos muy malos y peleas con sables de luz, es posible que te lleves un chasco (y ojo: no estamos diciendo nada malo de Star Wars ¡Nos CHIFLA! Pero es otro tipo de película). En Dune, las peleas y las escenas "futuristas" están al servicio de una trama de intrigas internas, intereses personales, traiciones y luchas entre casas por el poder. No es "Juego de Tronos" en el siglo XXX, pero casi.

En definitiva, nos ha gustado. No nos arrepentimos de haberla visto, aunque no ha desplazado en nuestros corazoncitos a la versión de David Lynch. Pero se disfruta, interesa y su fotografía es una gozada para los sentidos. Quedamos a la espera de la segunda parte.



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