Teníamos ganas de verla. La primera peli de Dr. Strange nos encantó, y somos de la opinión de que Benedict Cumberbatch es en realidad Strange, que se hace pasar por actor en su identidad secreta. Así que esta película era cita obligada. Tanto si sois fan del mundillo mágico de Marvel como si simplemente os gustan las pelis de acción, tenéis que leer esta reseña.
Como siempre, nos van a lanzar a la cara una explosión de efectos especiales, algunos absolutamente lisérgicos ¡Pero es que eso forma parte de la esencia del personaje! (y si no lo creéis, leed los primeros cómics de Strange). ¿Hay más aparte de eso? Pues sí, unas cuantas cosas más. La Bruja Escarlata es aquí un personaje con más profundidad, y aunque actúe como "la mala", uno no puede evitar entenderla e incluso estar un poco de acuerdo con su motivación, si no con sus métodos. Al fin y al cabo, si tuviéramos la oportunidad, ¿quién no buscaría ese universo paralelo en el que consigues lo que más deseas en el mundo? A nosotros nos avisaron que era imprescindible haber visto la serie de Wandavisión para entender del todo la peli, pero si sois auténticos fans de Marvel y conocéis la historia de Wanda, también vale.
Aunque no hacen más que zarandear a la pobre durante toda la peli, el personaje de América Chávez convence y está bien conseguido. Se agradece que hayan cogido un personaje tan poco conocido por los legos al mundo del cómic.
Y de Strange... es Benedict en estado de gloria. Borda al personaje (o los personajes, cosas del multiverso). En serio, no podían haber escogido a otro.
Así que no, no encontramos ningún grano quemado en la paella. Por supuesto, y en respuesta a esos superpuristas, no es un peliculón nominado para doce óscars, pero como película de acción superheroica, que es lo que es, resulta un imprescindible para los amantes del género. Pura magia.
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