Son noticia en estos días, y teníamos muchas ganas de verla. Los tráilers prometían, y había cierto hype en el ambiente. ¿Han defraudado esta panda de perdedores enfrentados a una amenaza descomunal? ¡Para nada!
Thunderbolts nos habla de un grupo de mercenarios fracasados (no porque sean malos en su trabajo, ojo, sino porque sus vidas son un asco) a los que las cosas de la vida les hacen encontrarse y estar en medio de los objetivos de una agente gubernamental decidida a crear al superhéroe definitivo. Al servicio exclusivo del gobierno de EE.UU. que ya sabemos cómo se la calzan estos yanquis.
El caso es que estos mercenarios, que en algún momento se autodenominan Thunderbolts por motivos que no diremos aquí, tienen que enfrentarse a un enemigo que no pueden vencer. Así, simple y llanamente. No a la vieja usanza al menos (mamporros y mucho mobiliario urbano destrozado). Pero no se rinden, y eso es lo que los hace grandes.
Thunderbolts ha sido una sorpresa. Tiene todo el sabor del UCM en sus mejores tiempos: se nota que no es un producto más, hecho para aprovechar un tirón. Y tiene unas cuantas apuestas arriesgadas. Tratar el tema de la salud mental, por ejemplo. Aparecen temas como el de la depresión, de manera madura y con importancia en la trama, no como un simple detalle. Y aunque hay escenas de acción (y bastante buenas) no son el eje de la historia.
Y luego está El Vigía (Sentry, en inglés). Es un personaje chapeau, bastante fiel en historia y apariencia al de los cómics (aunque algún detallito sí han cambiado), que se antoja verosímil, que te crees sus motivos y su evolución y que, cuando está en su momento más álgido, da hasta miedito. En serio, las imágenes del Vigía cuando está poseído por el Vacío son terror puro, y la forma que tiene de cargarse a la gente es escalofriante (por no hablar del silencio, la indiferencia y la facilidad con que lo hace).
¿Algún detalle malo? Sí, hay uno, pero eso nos la va a decir el Comandante Spoiler, así que si no habéis visto la peli, os saltáis el siguiente párrafo y ya está:
Pero dejando aparte ese detalle, Thunderbolts es una muy buena peli de Marvel, como hacía tiempo que no hacía. Funciona bien, tiene buen ritmo, los actores lo bordan -todos ellos, aunque el peso del protagonismo lo lleven Yelena y, en menor grado, el Guardián Rojo- el humor no está metido con calzador y (algo que también se agradece) la peli no es un simple desfile de cameos y referencias, aunque alguno haya.
Esperemos que Thunderbolts sea un punto de inflexión en las peliculillas que hasta ahora estaba haciendo Marvel, y que no pasaban, en el mejor de los casos, de "un poco entretenidas", cuando no eran simplemente "meh". Queremos volver a ver buen cine de superhéroes, queremos buenos personajes y buenas historias. Queremos volver a ponernos a doscientas pulsaciones y saltar de los asientos como en Endgame. Hay muchas esperanzas puestas de Avengers: Doomsday. Marvel, por favor, no nos decepciones.
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